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SUBIDA AL MULHACÉN DESDE ALMERÍA -

“DEL MAR AL CIELO” SENDERO DE ANTONIO RUBIO

1º  ETAPA: BERJA-DARRÍCAL

 

RUTA: LINEAL

DIFICULTAD: BAJA - MEDIA

DISTANCIA: 17,30 KM.

DURACIÓN: 6 HORAS

BERJA (335 m. Altitud). Es un recorrido lineal y antes hemos dejado un vehículo en Darrical.  Salimos de la plaza del ayuntamiento en dirección la Carrera de Granada, una histórica vía de la localidad antaño barrio morisco (Julbina) y andamos unos 500 metros por la A-347 carretera de Granada hasta la estación de servicio BP (hemos cruzado la rambla de Julbina, una vía fluvial ya conocida por los romanos que le dieron su nombre “Sulbius”), en esta rotonda, con vista al Mulhacen y la Alcazaba, continuamos por la carretera  AL-5400 dirección Peñarrodada, descendemos unos 300 metros y la carretera nos hace girar hacia la derecha, ahora no hay arcén. Vamos andando junto a fincas privadas,  terrenos cultivados, casas con jardín, invernaderos, etc. Pasamos junto el cortijo de Encinas, vemos acequias y algún que otro aljibe a nuestro paso. Son restos de un pasado hidráulico que nos indica que estamos en La Alpujarra y en donde los trazados hídricos, agrícolas y en pendientes nos rememoran tiempos pretéritos de cuando la cultura musulmana se implantó en estas tierras.

 Justo al pasar la rambla de Coca, otro curso que nos recuerda al cortijo de su nombre y que lleva el apellido de sus antiguos dueños del siglo XVII, nos encontramos la iglesia de San Francisco de Asís, patrón de la barrida, ya estamos en Peñarrodada. Este barrio virgitano (antaño morisco: Roalten) es muy popular y en él hay una fuente pública inaugurada en 1.927. Llevamos 2,85 k. recorridos en 45 minutos.

 Continuando por la carretera 650 m. y  llegamos a un cruce donde nos indica  “HIRMES: 6 Km.” Abandonamos la carretera de Hirmes AL-5400 y giramos a nuestra izquierda (según el sentido de nuestra marcha), andamos  unos metros entre invernaderos y el camino gira a la derecha al llegar a la rambla. Seguimos andando por asfalto, con la rambla a nuestra izquierda e invernaderos y algunas fincas de árboles frutales a nuestra derecha. Pasamos por la cortijada de Rodríguez, donde se acaba el asfalto. Llevamos a 4,35 km., desde la plaza de Berja  y a 850 metros del cruce de Hirmes. Ahora andamos por el mismo cauce de la rambla, llevamos una hora de camino.

Durante 10 minutos andamos por la rambla; antiguamente tenía que ser hermoso andar por estos parajes, actualmente, con los residuos agrícolas que generan los invernaderos, las ramblas y ríos están llenas de esta basura y hacen que el entorno pierda belleza natural.

Llegamos  a la Casería El Cortijuelo  (341 m. altitud) y nuevamente pisamos asfalto,  apenas 100 metros. Ahora andamos por carril de tierra junto a un invernadero,  nos  encontrando dos carriles que sale a nuestra derecha, pero se omiten y nosotros siempre continuamos recto.  Subimos una pequeña cuesta y el camino hace un giro de 90 grados;  encontramos una barrera, aquí es donde comienza el camino antiguo recién recuperado por el Ayuntamiento de Berja.  Ésta parte de sendero es preciosa, típico camino de herraduras. Es por donde en su día, ascendió Antonio Rubio con su expedición en 1880.  

Cruzamos la cadena y enseguida está el comienzo del sendero. El camino zigzaguea sinuosamente por tramos empedrados y balates de piedra. Se nota el deterioro del camino, por haber ido cogiendo piedras a lo largo de los años, para hacer las paratas de los cultivos.

Vemos algunas cuevas y una calera enfrente del camino. No en balde la cal de esta zona siempre fue muy apreciada en Berja por su pureza blanca y gran calidad de consistencia al blanquear las fachadas. Llegamos a unas paratas con árboles, cruzamos por encima de ellas y por un trozo de carril en desuso vamos ganando altura durante unos 150 metros; nuevamente por sendero, pasamos junto a unos bancales con olivos y vamos ascendiendo  por escalones  de tierra  y medio llaneo hasta llegar directamente en media hora de sendero al Llano (558 m. altitud). Por aquí pasaba la antigua Vereda de Beninar. Desde aquí tenemos nuevamente vista al Mulhacen  y la Alcazaba, Murtas y el Cerrajón  y toda la rambla que hemos traído con Peñarrodada y la Sierra de Gador.

 Continuamos nuestro camino dirección Este, por la pista de tierra casi un kilómetro.  Se ven las ruinas a nuestra izquierda del cortijo del Llano. Encontramos un carril que desciende hacia el norte entre pinos, este te lleva al pantano de Beninar, lo omitimos y a pocos metros nos sale otro carril de tierra hacía el Sureste que te lleva a la carretera AL-5400, también lo omitimos. A pocos metros, sobre los 565 m. de altitud. Comenzamos a ascender por vereda hacia el cerro de los Gutiérrez  siguiendo la antigua vereda de Beninar. Desde aquí ya vemos abajo, hacía el norte parte del pantano de Benínar por unos momentos. Bordeamos el cerro por su vertiente Sur-Este, descendemos a un collado cerca de la carretera (544 m. altitud). Nuevamente comenzamos a pisar camino de herradura antiguo, este nos lleva hasta las huertas del pueblo. Enlazamos por un carril de tierra que nos traslada directamente al pueblo de Hirmes (660 m. altitud).

Este pueblo fue pedanía del desaparecido pueblo de Beninar, actualmente pertenece al Ayuntamiento de Berja. Su nombre deriva del áraba “Hins” (castillo). Cuenta  con una fuente y lavaderos públicos junto a una gran alberca que históricamente sirvió al lugar para dar riego a su peculiar vega, organizando un singular sistema de riego. 

La parroquia beninera llevaba por título de Santa María data del Siglo XVII, aquí se encuentran las imágenes de la Virgen de los Dolores y el Sagrado Corazón de Jesús (patrones de Hirmes) y las imágenes de la Virgen del Carmen y de San Roque (patrones de Beninar); también se encuentran las imágenes de San José y la Purísima. Sus fiestas son en honor de la Virgen de Los Dolores y El Sagrado Corazón de Jesús. Suelen ser, el tercer domingo de julio.

 Desde la iglesia hay dos opciones, o continuar por la calle Real y te lleva directamente al camino o se sube por la calle que hay junto a la iglesia y que te lleva en ascenso, entre casas a los lavaderos.

 Tras una pequeña parada para refrescarnos en la fuente,  reanudamos la marcha descendiendo unos metros para tomar el camino que discurre  entre las huertas y junto acequias, cruzamos la Ramblilla de Hirmes y llegamos a un carril y los pinos.

Existe una puerta para impedir el paso rodado, se puede pasar por un lateral.  Durante tres kilómetros aproximadamente andamos por el carril, disfrutamos de las estupendas vistas sobre el pantano de Benínar. También sobre Hirmes cuando volvemos la vista atrás, así como de llamativas formaciones rocosas que salpican el camino.  

Llegamos a una bifurcación, donde comienza el suelo cementado.  Si continuamos recto y en descenso, llegamos al pantano.  Nosotros giramos a la derecha y comenzamos a ascender. (Llevamos 12,30 Km. recorridos hasta aquí)  Seguimos durante un kilómetro, deleitándonos con la visión del Mulhacen y La Alcazaba al fondo.

 Llegamos a otra bifurcación, aquí hay un cartel que indica: Presa de Beninar: 8,3 Km. En este cruce, si desciendes te lleva a la carretera AL-6400 y al pantano de Beninar y si continuas recto, te lleva al Campillo de Darrical.

Nosotros comenzamos a descender dirección el pantano. En una curva del camino,  a la derecha aparece un carril de tierra. Ese es nuestro nuevo camino y nos adentramos por él. Nos hace cruzar un pequeño barranco y en ascenso nos introduce entre los pinos. Andamos ahora a sol y sombra de los árboles, con intermitentes imágenes del cerro San Juan y el Morrón del Mediodía al fondo. Más cerca y un poco a nuestra izquierda Las Canteras y Escariantes.

Aunque hay varias bifurcaciones, son carriles hechos para la limpieza de los pinos, no hay pérdida, está bien señalizado con mojones de piedra el camino que hay que tomar.

 Llega el final del carril sobre los 550 m. altitud y enlazamos con el antiguo sendero, recién recuperado por el Ayuntamiento de Alcolea. Es todo descenso y el camino está empedrado. Es un deleite andar por él, en media hora llegamos al barranco, lo cruzamos y pasamos junto a unas cuadras y seguido, junto a la fuente La Ramblilla, con agua donde paramos a refrescarnos, antes de acometer los últimos metros que nos llevan a la carretera. Aquí ya vemos todo el río de Darrical con su alameda, esos sempiternos árboles de la familia “populus”, que en su familiaridad conforman verdaderos hilos verdes. Andamos unos 100 metros por asfalto y ya estamos en el pueblo de Darrical, a 380 m. altitud, después de una jornada de 17,30 Km. recorridos en seis horas.

Nuestra recomendación en esta Ruta, es caminar por las calles de Berja y conocer esta población que tiene rincones preciosos. Desplazarnos con el coche hasta la Iglesia de Peñarrodada  y comenzar el sendero desde allí. Evitamos el riesgo de caminar por la carretera sin arcén y por asfalto. Nos ahorramos 2,5 Km.

Hirmes es uno de los pocos lugares de la Alpujarra que se mantiene sin explotar turísticamente, siendo un lugar ideal para apartarse del bullicio y ruidos propios de otros pueblos y ciudades. El reloj no es necesario.

Visitar Darrical es viajar al pasado, a otros tiempos de serenidad y sosiego, de viejas costumbres y vida sencilla. Tiene un encanto especial, su arquitectura típicamente alpujarreña, viviendas de una o dos plantas encaladas, cubiertas de launa, calles estrechas de cuestas empinadas, escalonadas por el terreno. Su arquitectura de volúmenes cúbicos, prácticas y sin concesión al exorno, puede decirse que es el prototipo de arquitectura rural, típicamente morisca. Verdaderamente esta localidad, arrimada al río de su nombre y encaramada en las cotas de nivel de la ladera es todo un retrato fiel de un pueblo morisco.

Singular resulta observar la iglesia de Darrical, cuya torre campanario es exenta del cuerpo del templo. Se trata de uno de los pocos ejemplos que aún quedan de este tipo de construcciones que abundaron en el siglo XVI, pues estas torres eran refugio para los sacerdotes en caso de rebelión de los moriscos. Por ello observaremos cómo la comunicación entre torre y templo se realiza en altura a través de un pequeño pasadizo o puente levadizo. Y verdaderamente no fue casual que se hiciera, pues en 1568, cuando se alzaron los moriscos de este lugar, el cura que tenía, el licenciado Torrijos, logró salvar su vida refugiándose en esta torre-fuerte.

Darrical se encuentra ubicada al margen izquierdo del Río Alcolea, dispone de un paseo natural a lo largo del Río. Esto hace, que esta zona sea un paisaje único e impresionante. Destaca el cauce que la reina Isabel II, mandó construir en su intento de llevar el agua desde el Río, al Campo de Dalias para riego y a Aguadulce. De esta forma, dotar de agua potable a Almería. Intento fallido, por su coste y que solo se construyeron unos cinco kilómetro.

 

 

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